Aliento

Para no rendirse es necesario aprender a desaprender. Y esperar debe ser solamente un arma para nuestra causa.
Ocurre a menudo que durante los procesos largos de abandono y soledad nos damos por enterado de tantas cosas, como del material del cual estamos hechos. Descubrimos quienes somos, que podemos soportar y que no.
Han sido largos mis años sabáticos, y elegí estar sola.
Decidí buscar mi propia opinión y opte por ser fiel a mi misma, tuve en cuenta mis resoluciones, escuche a mi corazón y deje sangrar a mi alma. Observe como salia el drenaje de la dependencia emocional de mis poros y puse en pausa las peroratas que buscaban acusarme por todo lo que había hecho y dejado de hacer.
Me atreví a poner en alta voz a mi propia voz interior y haciendo caso omiso al ruido irritante de los sabiondos y de los religiosos logre conectarme conmigo, con mi consistencia y mi fragilidad. Y
sin importar mi ignorancia, cada mañana he procurado, yo sigo intentando, formulando ideas, recreando pensamientos que podrían tal vez acercarme hacia aquello que quiero.
La batalla a menudo es extenuante, nadie conoce los sacrificios, el mundo solo tiene fijación por las victorias.
Al final morimos solo,eso dicen y pero la soledad que útil resulta cuando es bien encausada.
Hoy estoy acá, pero mañana quien sabe. Aquí también se acaban los inviernos, acá tambien puede llegar días soleados.
Te sorprendería las maravillas de mi primavera.