Parménides

poema de Quiplato

Te escuché una vez decir que un cambio de look andabas buscando: un nuevo pelo lucir, nueva ropa vestir y un piercing que adornara tu nariz. Para mis adentros pensé: yo no tocaría nada, mas mi opinión es vana cuando es de tu cuerpo del que se trata. Haz lo que quieras, pero sólo una cosa ten en cuenta: tiñe tu pelo, córtalo, hazte rastas, un afro, pero no dejes de sonreír como sonríes; vístete extravagante, inusual y provocadoramente, mas no dejes que tu voz pierda su timbre; colócate piercings, llena de metal tu cuerpo, de plata tus orejas, pero que tu risa siga siendo  brisa fresca, alegre carcajada, honesta expresión del alma; tatúate entera, abigarra tu piel como un arcoíris, pinta tus uñas del negro más triste, mas cuando tus ojos miren que no pierdan la profundidad y el brillo que los distinguen. Haz de tu cuerpo lo que quieras, no es mío interferir donde no debiera, pero mujer, que tu alma siga siendo tal cual era.