Viernes

La cruz se estrecha
Carcomida por la sangre
En concreto lapidario
Los labios se parten al compás de una plegaria
Se inflaman las lágrimas
Parturientas de Belcebú
Incitador de la guerra libertaria
Donde los ciegos guían a los perros
Entre la nieve y las minas.

La plaga donde el débil seduce a la mujer del más fuerte
Disfrazado de barro y de verdín
Las montañas se hunden ante su propio peso
Los muertos cosechan lo que nunca sembraron
Inmunes a los cardos, al hambre, al frío, a la traición.

Sólo nos resta rebobinar los sueños
Tomar como blanco a nuestros hijos
Que juegan en las calles
Entre balas perdidas que no matan ni fortalecen
Las voces de las aves del infierno.

El tiempo titubea entre trenzas de escombros
Tu rostro se asemeja a la amada
En una playa errónea
Donde los saltimbanquis regalaban recuerdos
Para naufragar cuando la luna muera.