Terrenal

poema de Mario Waits

En el lecho crucial de madrugada
Me miras con tus ojos sosegados
Las oscuras ventanas gimen por el cálido viento
La luna se derritió y ahora mi alma
En tu perenne espera ha de agotarse.

Mujer de los suspiros
Reclámame en tu abismo
En tu puerto divino y solitario
Soy tu mínimo monje
El más amado
Acurrúcame bajo tu vientre serpentino
Venero de las danzas nocturnas
Ante tus pies de lirio.

Posa mi ingenua boca
Que tirita
En tu vulva volcánica
Dame el último beso
Eterno
Hasta volvernos labios.