Pecado y Fuga en Fa (Poema místico)

poema de Mario Waits

I.

"What is in a name? That which we call a rose
By any other name would smell as sweet".
William Shakespeare

En el vacío extremo
Como constante gota que cae
Sobre la nada sin caer
Así voy a tu encuentro.

Mi hambre no es de pan
Es de ti.
La profunda tristeza,
Las penas que me mandas,
Son alivio crucial
A mis lágrimas que caen
Sobre la nada sin caer
Hasta perder los ojos
Y ganar sonrisas
En el sufrimiento.

Muero y renazco en ti.
Cuando miraba
Estaba ciego
En el espejo estabas tú
Mas mis pupilas
No te vislumbraban,
Mi piel tocaba el vidrio frío
Ardiendo ya en tu flama,
Mi canto era tu vaho,
¡Vamos! Eras tú tan cerca
Y yo tan extraviado.

Entonces ya no necesité la lengua
Para pronunciar
Tu nombre impronunciable,
Para saborear los frutos del desierto,
Ya que nada hay más dulce
En tu dulzura,
Que cae sobre la nada sin caer.

Eres el centro justo
De el alfa y el omega
Que se unen
En los prados perennes
Donde cabalga el horizonte,
Allí los corderos balan tu nombre
Y el mío se desbanda
Letra a letra
Con sus trompas y sus colas
En desvencijada zarabanda
Cae sobre la nada sin caer.

Atado estoy de pies y manos
El alma, cuerda que me ciñe,
Mi mordaza tu aliento,
Tu silencio
El más bello cántico.

Dejo mi puerta abierta
Para las rondas,
Toca volverme crío
Hasta muy noche
Para vencer la muerte.
Y la lluvia de estrellas
Cae sobre la nada sin caer,
Como secretos
Calmos
En mis oídos aguzados
Para el murmullo
Umbroso de tu orden.

Eres mi despertar
En suave trino y uno,
Antes iba dormido
Y te soñaba,
Con esos sueños ácidos
Que caen sobre la nada
Hasta caer
En cuenta
Que en lugar de soñarte
Te he vivido.

II.

"En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada".
San Juan de la Cruz

Llega la oscuridad
Más profunda
Con su atavismo
De recuerdos ambiguos,
Con sus miedos
Heredados de infancia,
El templo arde,
Con tu fuego sagrado
Los extingues.

La torre tiembla de dicha
Y se hace llama eterna,
Entonces los pensamientos
Paridos por la contemplación,
Tropiezan
Con su cordón umbilical,
Se levantan y andan
Sobre la nada,
Se orean
Hasta formar la verdad
Absoluta.

III.

"Nadie rebaje a lágrima o reproche
esta declaración de la maestría
de Dios, que con magnífica ironía
me dio a la vez los libros y la noche".
Jorge Luis Borges

Penétrame con tu fuego
Señor,
Hasta quemar la escoria
Que me habita,
Usa la más feroz serpiente
Para volverme dúctil,
Tomar mi pala para
Sepultar los egos,
Blandir el hacha hasta
Decapitar a los deseos
Mundanos.
Que mis cenizas
Vuelen por los aires.
No aceptes mis disculpas,
Arrasa con mi carne,
Abduce mi otrora
Voluntariosa alma
Que abandona el lecho
De Procusto
Y en nocturna mansedumbre
Se desborda en ti.

Te agradezco
Por todo,
Lo bueno y por lo malo,
La dicha y el sufrimiento
¿Acaso hace diferencia si eres tú quien lo envía?

IV.

"Your shadow covers me
The sky above,
A blaze only that lovers see".
Amy Winehouse

Cada noche muero
Y renazco al amanecer,
Padezco doble vida,
Vivo dos sueños.
No existe el pasado
Ni el futuro
En la clepsidra congelada,
Sólo el hoy.

Eres el Señor,
El uno que nace
Y renace a placer
En perpetuo movimiento.
Todos nos reducimos a ti,
El mismo en trino
Nunca dividido.

Dame tu soplo divino
Para morir
Y renacer en tu presencia.
Toma mi cuerpo,
Hazlo tu ciudad
Para ser una sola ave,
Escapar de la red
De la ilusión,
Que no haya
Cazador, ni presa,
Ni cordero atrapado en los zarzales.
Sálvame para salvarte Señor.

Conozco el pasado
Y el futuro,
Nunca el ahora.
En constante cambio,
En continua muerte,
Para morir antes de morir,
Ante el olvido propio,
Ante la suplantación de identidad,
En el escenario mundano
Donde nos fingimos
Ser otros seres.
No pienso,
Ni veo,
Sino que en mí
Estás Señor
Para ver,
Pensar,
Actuar,
En esencia, fuego y espíritu
Hasta volver a ti
Que eres la fuente.

V.

"Excess of sorrow laughs.
Excess of joy weeps".
William Blake

Me ofrezco a mí mismo
Como te ofreces tú,
Semilla hirviente
Envuelta en pedrería,
Donde paciente
Renace la pequeña planta
Alimentada por la savia del roble,
Fertilizada con la sangre
Pura de la uva,
Ventilada con los siete soplos,
Hasta brindarnos sombra
Para la cohabitación,
Donde se pierden los sentidos
Bajo tormento eléctrico,
Cuando las lunas duermen
Y los lobos huyen
Sin sus pieles.

Entonces se desentierran
Los tesoros ocultos:
La inteligencia
En el corazón,
El amor
En el pensamiento,
La dicha
En el sacrificio.

Sin ellos,
El espíritu
No encuentra el vehículo
Que lo transporte al cielo,
Ni el cuerpo
El lugar preciso
Para florecer en
La tierra.

Lo que por amor es dividido
Por amor será regenerado.

Prepárame para la gran pelea,
Conviérteme en icneumón,
Con todo el arrojo
Para vencer al adversario
O ser sacrificado
Si es tu voluntad.

VI.

"Do you really want to hurt me?
Do you really want to make me cry?"
Boy George

El enemigo enmascarado
Se presenta
Con alfombras de rosas,
Corceles voladores,
Riquezas inauditas,
Bellas doncellas bailan,
Licores afrodisíacos,
Aromas vertiginosos.

Mis pasos escindidos
Me derrumban,
Desvaríos arábigos
Intentan corromperme
Con sus apariencias seductoras,
Donde todo es permisible
Para convencer al alma
– ¿O será ella artera?–
De tomar
Otro sutil camino
Hacia el remolino desgarrado.
Pervertidos rumores de sirenas
Intentan el desenfreno,
Legiones en son de guerra
En un cuerpo
Plagado de preguntas.
Busco el sosiego,
La salvación.
Me niego a mí mismo,
Me esfuerzo por no caer
Entre senderos sin orillas,
En la nocturnidad
Del cosmos aprehendido,
Donde se difuminan
Los bocetos
De un cuadro espectral,
De una tormenta interna.

De pronto
Todo se detiene,
Se vuelve una fotografía
En blanco y negro,
En ella intento en vano
Romper mis propios cercos.

El roce de tu sombra
Me confiere una herida
¡Compadécete de tu siervo, apiádate de mi sufrimiento!
¡No puedo con el peso
De tan profundas tinieblas!
¡No me lleves al antes
Del primer movimiento del verbo!
Me abates totalmente,
Mi alma está exprimida por completo
De aliento,
Extenuado me postro
Ante tu terrible presencia,
Desfallezco y me pierdo,
Me derrito en tu ardiente crisol
Implorando una tregua.

Luego de inmenso acopio
De fe,
En plena flaqueza,
Arriba tu santo espíritu
Siempre presente
En toda batalla
Contra el mal,
Para ofrecer sin condiciones:
La paz divina.

Me someto a ti
Resisto a las tentaciones
Y ellas huyen de mí
¡Hosanna!

VII.

"Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre, sino por mí".
Juan 14:16

Como la brisa vespertina
Sopla sobre mis cabellos
Para despedirlos,
El sol es una puerta
Redonda
Que da la bienvenida
Hacia tu huerto
¿Qué hay detrás de todo ello?
Tu sonrisa.

Nieuwerkerke se sonroja
Al mirar a su hija
Desnuda,
Le coloca una hoja
De parra
Para cubrirle el sexo.
Soy la hoja
De la viña
Desnuda
Señor,
Si tan sólo
El conde supiera
Que también amas
Mi desnudez.

Ven, ven a mí
Con tus juegos de niño.
Ven, con el correr de tu sangre
En mis venas.
Ven, ven a mí
Con la noche franca
Para iniciar el diálogo interior.
Ahora nada pesa,
Nada pasa,
Somos dos ríos
Que escriben con guijarros
Nuevos salmos.

Voy, voy a ti
Con mis juegos de niño.
Voy a bañarme en tu sangre
Redentora,
Ahora todo pesa nada,
Todo pasa,
Somos guijarros
Que fluyen en el río
Quién se atreve a pisarnos
Cuando los salmos cantan.

Rompe las barreras
Que me apartan de ti,
Con esa calma férrea
En la hora de la deconstrucción,
Las trompetas afinadas en fa
Derriban los muros de Jericó,
Destejo las telarañas,
Libero a la hermana mosca
De la muerte,
Ella en el mismo tono
Canta libre.

No hay arriba ni abajo,
Lo que estaba adentro
Hoy está afuera
Y viceversa.

No nos encontraremos
En el lugar de la cita,
La flecha no dará en el blanco
Porque yace en mi corazón,
Vamos juntos
Desde siempre.

Mi lugar es ningún lugar,
Me despojo del cuerpo
Del delito,
No existe rastro
Además de tu amor
Sin coordenadas,
Todo lo que yo soy
Y que carezco
Te pertenece
Aquí y allá.
Me llamas
Y sabes que acudo a mí
Donde te encuentro.

Si me respiras tú
Me vuelvo oxígeno,
Tráquea, los alvéolos,
Luego ya por tu vientre
Soy tu hijo
Y el hijo de tu Hijo.

VIII.

"La imaginación es la loca de la casa".
Santa Teresa de Jesús

Pon tu santuario
En el camino del fuego,
Lo cruzaré sin miedo
A toda prueba.
Mi cordura
Se retira,
Mis pies serán tamiz
En las pavesas,
Para alcanzar la torre laberíntica,
Todo sosegado,
Entre el árbol del paraíso
Donde se escucha el silbo sulfuroso
De atrevido huracán que aviva las llamas
Hasta anhelado encuentro.

Soy la pluma
De vuelo incierto,
Extático,
Que se eleva
Con toda la fe del universo,
Para posarse
En la cresta de tus alas.

Dame el dolor,
La sed,
El más angustioso de los tormentos,
Dame la cruz,
Los clavos,
El látigo,
La lanza,
Dame la enfermedad de ti
Sin final
Y ahora ya eres dueño
Y arquitecto
Del puente que nos une.
Suelta tus versos
Para engendrar la rima
En el vaivén de vespertinas olas.
Sabes que vengo en pie de paz,
Con toda la intimidad
Al descubierto
En tu cálido invierno.

El cielo se abre
Ante tu arado,
Tu simiente bendice
Lo intangible,
Caen los frutos secretos
Deliciosos de tus palabras
Sobre mi espíritu
Bienaventurado.

IX.

"Elle est retrouvée
Quoi ? L´Éternité
C´est la mer allée
Avec le soleil".
Arthur Rimbaud

Te pienso
Con las entrañas,
Como el gorrión
Dispuesto
A retornar al nido
En plena noche
Sin luna
Y sin estrellas,
En vuelo agazapado
Por ayuno de ti.

La tierra se ha vuelto
Demasiado estrecha,
Me ahoga,
La sangre
Brota de todo mi cuerpo.
Mi sudor se hiela,
Las piedras gritan.
Sólo espero
Con paciencia
El sueño eterno.

Vengo a cantarte
Para vaciar mi corazón
Antes que explote
En tantas partes,
Todas en tu busca.
Déjame ser tu juglar,
Dame las vías,
Dame la pugna
Para transmutar
Mi carne en espíritu.

Sólo existe un amor
Sea cual fuere su objeto
Siempre conduce a ti.

Techo de cielo,
Puerta de nieve,
En un día indefinible
Sobre la ciudad silenciosa.
Persianas de pájaros
Te anuncian,
Mi espíritu relámpago
A tu encuentro,
Sobre el sol,
Bajo el mar.

X.
"Hélas ! les vices de l’homme,
si pleins d’horreur qu’on les suppose,
contiennent la preuve
(quand ce ne serait que leur infinie expansion !)
de songoût de l’infini".
Charles Baudelaire

Me he transformado en árbol,
Flámulas celestiales
Se agitan con mis hojas,
Mi sed clama por ti,
Anhelo refrescarme
Con agua de tu gracia
Que mane hacia mis cepas.

En cambio llegas
Como un feroz incendio,
Me abrasas
Con tu fuego
Sin llamas y
Sin humo
Ardemos juntos
Amadísimo
Infinitamente.

Mi alma hirsuta y seca
Desde la ventana de mi celda
Mira tu mensaje escrito
En las nubes invernales,
El cielo baja suavemente
Disfrazado de lluvia,
Puedo olerte
En el olor de la tierra,
Tus ojos son las flores
Que se abren,
Tu voz el canto
Del Uirapurú,
Luego toda ella
Se humedece y se viste
Para el reclamo nupcial.
Son los vientos viajeros
Tus caricias,
Las hormigas
Dejan sus nidos
Y vienen al festín,
Donde la hierba silvestre
Crece
Entre los intersticios
De las piedras.
Todo se entremezcla,
Todo eres tú,
Todo soy yo.

Encontré el amor
En el amor,
En tus labios de sangre
Avinagrada,
Sobre tu alto pecho
Donde mi espíritu renace
Y se te entrega.
Ahora la noche
Es día,
Vuelto mi funeral
Salvaje fiesta.

XI.

"O Captain! My Captain!
Our fearful trip is done,
The ship has weather’d every rack,
the prize we sought is won,
The port is near,
the bells I hear,
the people all exulting,
While follow eyes the steady keel,
the vessel grim and daring".
Walt Whitman

Tomo el camino,
Duermo sin dormir,
Soy el peregrino esforzado
En plena actividad,
Pues fui el pecado
Y el remordimiento.
Llego a tu palacio,
Toco a la puerta
Ésta se abre,
Me encuentro
Cara a cara
Frente a mí.

No pienso,
No tengo voluntad,
Tú eres mi pensamiento,
Mi pastor.
Me he liberado
De mis haberíos,
Soy cuando quiero,
Me reconozco.

Sólo el servicio
A ti
Es libertad perfecta.

Ahora donde
Cada dónde
Y cada cuándo
Convergen
Odio mi alma
Para seguirte,
Me deshago de ella,
La repudio.
Llegas con tu Palabra
Fulminante
Para realizar el almacidio,
Invades cada neurona
Hasta partir la médula
En divorcio siamés
De alma y espíritu
Para lograr
Estar perfectamente
Muerto
En una pura nada.

Ahora yo no soy
Sino la luz
Que tú eres,
Como tal
Luz celestial,
Vengo a ti,
Sé que soy
Pero no sé
Qué soy
Pues sólo soy
Un nadie,
Un hombre de nada
Con mis deseos
Ahogados
Por su peso
En el profundo mar.

Te manifiestas
Y te aspiro
En plena prolación
O en el silencio,
Donde extiendo
La piel
—La gran desnuda—
Para salir
De mi escondite
Dentro de mí mismo.

Estoy aquí y allá,
En la luna y el sol,
En la tierra y el agua,
En el viento y el magma
Sin moverme.

Podrán leer los otros
Estos versos
Aunque no abran el libro
O escuchar mis palabras
Cuando callo.
Pueden sentir mis pies
Si acaso floto
O reabrir mis heridas
Planetarias,
Donde la eternidad
Es un instante,
Donde todo se mira,
Todo se comprende.

Y si regresare
Para intentar dar fe,
Seré de nuevo nube
Obnubilada,
Arcilla que trastorna
Los recuerdos,
Tan sólo un revoloteante
Solitario pez
Para en agreste salto
Zambullirme
En el mar de tu cielo.

Amén.

Comentarios & Opiniones

ELVIRA COLQUI

su poema es bello pero para que no canse le sugiero con mucho respeto y cariño no sea tan extenso.Pero si asi le gustan pues hagalo así.MUY BELLO POEMA,me gusto las citas poeticas también.

Critica: 
Mario Waits

Muchas gracias por su comentario, está dividido en once partes para que tome descanso si gusta hacerlo, planeo escribir otros mucho más extensos, saludos.

Critica: