Sin término

No sé como empezar
hay tanto de que hablar
pero sobre todo comenzar.

Sin embargo, escribir se hace difícil,
cuerdas sujetan mis dedos
y mis brazos pesan como plomo.

La presión de vivir se hace notar
cuando menos lo esperamos
ataca sin cesar.

A veces pienso que la vida es muy corta
para limpiar el alma
y me pregunto ¿cuál camino tomar?

La respuesta es relativa al pensamiento primero,
la otra también
pues nadie sabe que tan larga o corta es

la vida del ser.
Poder elegir ¡mirá!
cuántos caminos por descubrir.

Querida Gaia
al ver tus ojos
la fuerza, tu fuerza me recarga

pero mi interruptor gastado
no retiene tu energía
de nuevo la tentación a plena luz de día.

Se repite de nuevo la escena
la escena asesina
la misma agonía.

Sigue el instinto inconsciente
del que no se sabe mucho
pero el sentimiento está presente

como una viva interrogante
que lleva a lo alto
y de blanco pinta el agujero.

Corré, corré, aléjate de lo primitivo
instintos salvajes
terminarás provocando ultrajes.

Vuela, vuela, elevate sobre el abismo
elimina la oscuridad de tu alma
que gentil es, pobre por lo tanto.

Tanto por hacer
ganas no hacen falta
es cuestión de superar la marca

histórica cuestión para cada uno
liberar el interés mundano, equilibrar
el impulso humano.

¿Cómo saber el final de esto?
¿A quién preguntar?
Ilustres que lo lograron, muertos están.