Que lástima... pero adios

poema de Flaco Favor

¡Que suerte que tuviste que fracasaste
y no llegaste a ser un music star
ni ingresaste al club de los de 27
donde siempre hay lugar para algunos más.
Para dar un gran show no te inyectaron sangre
ni cantaste canciones con pulmotor.
Ni te piratearon albums ni temas
sin que te acreditaran cobros de autor.

¡Que suerte que no te fuiste ensordeciendo
a fuerza de decíbeles y auricular.
Pudiste dormir cuando la voz se fatiga
y mantener tu gola y capacidad.
Te quedaste en tu casa meditabundo
sin actuar solo por que alguno paga.
Ni te mataste en giras como Gardel,
ni te mutilaron cual Victor Jara.

¡Que suerte que no te censuraron tus versos
ni desvirtuó tu estilo un productor
que no quedaste a merced de representantes
ni sonaste sin escuchar tu voz.
No murmuran que plagias, ni te plagiaron.
Ningún critico te calificó con MAL,
No polemizaste con tus colegas
en pos de el renombre popular.

¡Que suerte que no te ternaron a algun premio
interrumpiendo la racha de creatividad
Que no le estrechaste las manos a gobiernos
a cambio de una ventaja protocolar.
No te volviste empresario millonario
y no aumentó tu carga por tributar.
No te llovieron demandas judiciales,
ni invertiste en equipos, tu capital.

¡Que suerte que no tuviste que firmar fotos
ni sacarte de encima al club de fans,
no te acosaron en camarines o autos,
zafadas, para quien sos objeto sexual.
Nunca te endilgaron de oveja negra
que malversa el buen nombre familiar.
Tu banda, jamás te dejó en banda
ni se fueron con otro con quien tocar.

¡Que suerte que no estuviste solo en hoteles,
después de llenar recintos y de triunfar.
Ni diste reportajes a periodista
que sacan de contexto lo principal.
Ni te manipuló una agencia secreta
portando algún mensaje a desentramar.
Que no seguiste el canto de las sirenas
aferrado al mastil principal.

¡Que suerte no ser un payador perseguido
ni enamorarse de un marinero bengalí
que de tanto cantarle al amor y a la vida
te hayas olvidado de vivir.
No entrar en el espejismo de la fama
y convertirse en un viejo maniquí…

¡Qué lástima, pero adios!
Me despido de ti, y me voy.

¡Que suerte que no trabajo de lo que quiero si lo que yo quiero es no trabajar!

Comenta & Vota