Mujer

¿Qué es la vida? ¿Qué significa estar vivo? ¿Cuál es el propósito de mi vida? Son preguntas que me planteo menudo. Espero hallar su respuesta, viviendo. Por ahora, sé que la respuesta a todo es el amor. El amor que todo lo logra. Para mi, el amor es una fuerza, una magia que mueve nuestro mundo. Es un velo que nos ciega, y que le da sentido a todo. Es esa necesidad de ser amado, de no sentirse sólo/a. ¿Acaso tu encontraste el amor? He pasado toda una vida esperándote, mujer. A veces he dudado de tu existencia, pero el corazón me dice que eres real, y que estás en algún lugar, esperando por mi.
Sé que eres mi verdadero amor. Cuando te encuentre, mi corazón me lo hará saber, que eres tu la indicada. Quizás aún no te has cruzado en mi camino, quizás estés tan cerca que he obviado reconocerte. Quizás en este momento estés leyendo esto, tal vez...
Mujer, mi vida ha sido constantes fracasos y errores, he aprendido muchas lecciones. Siempre he sido guiado por el sentimiento de un corazón cegado por la luz. Anhelo encontrarte, abrazarte, besarte, tenerte cerca de mi y admirarte. Cuando aparezcas sabré que toda mi vida no ha sido en vano, y que todo lo que he vivido ha sido para llegar a ti. ¿Estoy loco por decir todo esto? Quizás suene como un loco, y supongo que el amor nos hace perder la cordura. Pero considero que el amor, siendo un velo, nos abre los ojos, suena bizarro y extraño, ¿no?. Pero sí es, cuando estamos enamorados, todo tiene sentido, puedes ver las maravillas de la vida, puedes sentir paz en tu corazón. No pretendo darte un concepto sobre amor, debes descubrirlo por tu cuenta.
Mujer, las palabras danzan sobre hojas de papel mostrando la belleza que en ellas puede haber. Cada día se dibujan nuevas estrellas en el cielo, cada día en los jardines florecen más rosas, es algo fascinante. El momento en que te encuentre, mi vida se llenará de magia otra vez. Sin ti, la vida es un ciclo rutinario que apresa mis días. Sin ti, la luz se escapa de mi alma. Quizás esté pidiendo demasiado, pero quiero encontrar a esa mujer con el corazón tan puro como el mío. ¿Será mucho pedir?