Las dos esperanzas

Una era caer al agujero,
Disfrazar con mentiras otras mentiras,
La otra era afrontar, deshacer con mentiras,
Hasta encontrar la verdad.
Las dos caras no valdrían igual,
Pues una me lleva a dormir sin soñar,
La otra me desliza a la oportunidad de respirar.
He de decir que tropeze y que volveré a no tropezar,
Seré sin mi, serás.
Caigo en la cuenta de que no hay vuelta atrás,
Y que lo único que queda es paliar, no con cemento ni,
Mucho menos abandonar,
Solo respire en una montaña que no vivirá,
Fuera de mi espacio, fuera del agravio,
La importancia que se da.
Cuánto vale el enfado con la eternidad,
Cuando saldría a pasear, si solo trabajar,
Mi oficio ya se perdió, por no quererme escuchar,
Solo invito... Solo invito a reflexionar.

Una sombra que te sigue,
Y que jamás volveré a atrapar,
Se va... Ya se va, mi Peter Pan.

Una era reír sin llorar, la otra era llorar de felicidad,
Me cuido y me protejo,
Me quiero y me desentreno,
De lo que he de estudiar,
Me subo y me bajo,
Fumo y me aparto del humo que voy a intoxicar.
Ya no me salen las notas de mi guitarra,
Perdí su práctica, ya no juego a fútbol,
Ya no me vuelvo a drogar con intensidad,
Sino es de tus manos,
Pero eso ya pasará...

¿Vino triunfante? ¿Hoja de laurel?
Dentro de mi los rasguños quedan por curar,
Yo no te perdono, porque sé que no perdonarás,
No es la misma moneda,
Solo... Solo invito a pensar.
Que también hay un mundo que sonríe,
Que tiene ganas de llegar a alcanzar,
Me quedo con esos, ¡Que veneno! ¡Que envidian tendrán!
Que solo nos queda confiar,
Creemos nuestra forma de analizar,
Más simple, mucho más simple.

¿Donde estabas cuando nadie nos quería escuchar?
Y era yo quien escondía la verdad

Desarrollo: Supersubmarina Enemigo Yo