Aflicción de la vida

poema de Hubert

Reposa en la mitra perpetua
la roja gota de la frente del cristo,
ya muerto,duro como la blanca estatua,
yo no, pero lo han visto.

Hay ardientes ojos bajo cinco dedos,
y a mitad de cuerpo una herida,
serán esos tus profundos miedos
o el cuchillo de esa triste despedida.

Son coronas en espinas de oro,
las que crueles matan
las esperanzas y ya no hay tesoro,
no hay nada, solo lazos que nos atan.

Comenta & Vota