A LA NOVIA DE DARÍO

"¿Quién pudiera ser de tus flores jardinero
y gustar las cerezas de fragante sabor?".
Cosechar en tu huerto los frutos de enero,
recorrer la floresta al final del sendero
y verter en tu nido mil semillas en flor...

"¡Quizás es la abeja de fecundante vuelo
que a diario viene hacia ti desde el panal!".
Destilar de mi boca la miel en tu pelo,
rociarte mi polen como lluvia del cielo
y cernir en tu seno mi esfuerzo final...

"¡O es la libélula de verdes destellos
que por las noches te halla en la oscuridad!".
Desnudar en tu piel los colores más bellos,
teñir con mi savia la luz de tus cabellos
y convertirte en mi estrella en la inmensidad...

"¿Cómo llegar a ese jardín de ensueño
donde el pasto acaricia tus pies al andar?".
Quizás no hay camino, todo es un sueño...
Eres tal vez una musa y otro tu dueño...
O los versos de un poema que debo olvidar...

"¿A dónde te has ido mi bella durmiente?"
(al jardín escondido que crece en la mente).
"¡Te sueño princesa en país extranjero!"
(de locuras ardientes con delirios de fuego).

Te hallo en la torre de oro y acero,
en las aguas de una noche de sordo clamor;
arribo a tu casa en un sueño velero,
venzo en combate al gigante más fiero
y despierto en tus labios un verso de amor.