A ADOLFITO

A ADOLFITO

Nació un día de invierno
cuando las hojas empezaban a amarillar,
polluelo era muy tierno,
para salir del nido
y volar…

Inició el gracioso aleteo
cuando las hojas empezaban a caer,
de ralas pelusas
como de patito feo,
alas sin plumas,
aún no podría ser.

Se acercó al borde del nido
-ya las hojas empezaban a secar-
pulmones muy pequeños
de telaraña tejidos,
imposible como los sueños
¡jamás lo podría lograr!.

Y fue un instante,
el vacío,
cuando las hojas empezaban a nacer,
se fue volando al cielo….
¡Que rojo se ve el río
en este atardecer!.

Se abrieron como alas
con plumas hechas de amor
y como el eco de lejanas canciones
-rumor de hojas que vuelan-
surcó los vientos
y en el sol se perdió.