Nosotros.

Escribo por las cuerdas vacías, por la lluvia, por el grito ahogado... Por el grito ahogado.
Escribo por los gatos, el payaso, las banquetas chorreadas de noche, el olor a cigarro y marihuana.
Escribo por las horas manchadas de alcohol, por el ritalin y la coca, que se elevan por las fosas, de cada uno de nosotros.
Escribo por el olor a humedad en los cuartos angostos donde puede caber un teclado, dos guitarras y tres locos.
Escribo por la improvisación, por esos tiempos que se mueren por ser nuestros, que se desangran en nuestras bocas, en nuestras manos, en el hueso, y que nosotros debemos reciclar.
Escribo por el silencio obscuro que viene después del aplauso, por las caras que veo y que me ven, pero ellos distinguen y yo no.
Escribo por la muerte y pienso en voz, en su voz que revienta hacia el infierno, que ilumina el cielo con ojos estrellados.
Escribo por la histeria y la obsesión, por el rugir de su guitarra, la orgía de notas que impúdicas dejan gotas en el suelo.
Escribo por el corazón, por la derrota que lleva en la espalda y que cae hecha añicos en un redoble o en el bombo, qué hace casi nada, pero que allí está, bailando junto Sísifo.
Escribo por la identidad y los excesos, por la gota de vida que se encuentra por debajo de los clavos, las agujas, las botellas, por las lágrimas sin derramar, por los besos robados y las canciones que complementan su lenguaje, porque no hay más qué decir.
Escribo por nosotros, que dormimos en la niebla, que no encontramos expiaciones, escribo por nosotros que nos arrojamos sobre el lodo en busca de una aguja, que descoserá un poco más las comisuras del cerebro, buscando una luz en la nada, para así no regresar.
Escribo por Briseño, por Ian, por Licona, por Laurencio y por Vilchis.
Para recordar este momento, para cambiar el arte por el hambre, por la vida que se deja en manos del dealer y la vida que se encuentra en las botellas, en las bolsitas y el tornillo.
Muero por nuestra respuesta, por nuestra era, por nuestro grito en carne viva, por la necesidad de encontrarnos, perdernos e inventarnos.
Somos de generación deliria y digo vida y pienso en muerte, y digo arte y pienso en mierda, y lo que hacemos lo hacemos sin mirar atrás, sabiendo que es nuestro único camino.
Escribo por nosotros, los irremediables, escribo por nosotros los rotos de cabeza, escribo por nosotros, las mariposas de veneno en el estómago.
Escribo por nosotros y digo tiempo, y duraremos para siempre.

Comentarios & Opiniones

MARIO A. RAMIREZ RODRIGUEZ

Muy buen poema Gabriel, si no me equivoco estás describiendo la vida de un músico, te quedó muy bien, corrige si estoy equivocado, pero lo que importa es que me haya gustado tus versos saludos.

Critica: 
MARIO A. RAMIREZ RODRIGUEZ

Te invito a leerme, comentar y seguirme, ayudame a crecer y yo te ayudare a ti.

Critica: 
Holderlyn

Exelente poema volcado a la realidad que a la mayoria les cuesta admitir; tal y como es la vida sin edulcorantes ni cantos de sirenas!! Un Abrazo desde mi isla, la mas grande del caribe.

Critica: