Hijo de una noche de soledad

poema de Franny Z.L

Pienso en un pequeño rincón,
Donde los relojes son inútiles
pues el tiempo no existe,
donde no encuentras paredes
pues todo es invisible.

Solo hay
momentos fugaces,
entre la paz y el conflicto.

A ese rincón
lo podemos llamar infinito,
donde solo caminan nuestros pies
entre lo que es divagar
y lo que es realidad.

Donde de nuestras manos
emana el calor
que acoge la superficie.

Donde no hay soledad
pues tu estas aquí,
no es carne, ni tinta ni papel
sino en presencia.

No sé si llamarlo cielo,
paraíso o mi salvación,
o simplemente
mi eterna condena.

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