Versos rotos.

Ahora, cuando me ponga a escribir,
descubriré todas mis caras:
las del poliedro que me musita versos
de Poe, rimas de Bécquer, cuentos
de duendes y hadas...

Ahora, cuando me ponga a escribir,
descenderé hasta lo más hondo del alma,
allí donde no existen sombras ni
esquinas y el silencio es el susurro
de mis frondas y mis auras.

Hurgaré en mis sentimientos para
buscar motivos que me ayuden a
escribir bellos versos, a contar cosas
distintas, sensaciones y vivencias...,
conjugaré el verbo amar sin sentirlo,
invocaré el nombre de Dios en balde,
utilizaré palabras aprendidas,
poemas de rapsodas, aedos y juglares...

Escribiré por ejemplo, que me siento
triste, que me gustaría abrazarme a todo
que tengo el corazón partido y el
alma destrozada...

Me levantaré y me
miraré en el espejo sin verme,
entornaré los ojos para ahogarme
en llanto, me giraré lentamente,
-como lo hacen las primillas en el aire-,
y romperé mi bloc en mil pedazos..

Y después, empezaré
a sollozar al ver mis versos rotos,
sin saber si es verdad lo que siento,
o mentira lo que escribo...
si sólo soy un bardo que se oculta entre sus
caras, o simplemente un impostor,
un falaz empedernido.

Ahora, cuando me ponga a escribir.
cuando descubra mis caras...,
cuando me encierre en mí mismo.

Autor: Francisco López Delgado.
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