La caída

Llegué al final del agujero, dónde la luz del alma ya no me encontraba. Quedé aislado en la nada, frágil y temeroso cuál ser de vientre aguarda su muerte. Mis ojos veían hacia su iris, desorbitados te buscaban, mis labios cerrados aullaban en silencio sombrío y la mente agitada te recreaba en recuerdos impresos de su núcleo.
Tal historia casi evangelizadora giró hacia la magia circense pues mis oídos sedientos de ruido percibieron tu respiración, la piel erizada e imantada era atraída a tu figura atenuada en la oscuridad casi infernal de mi ser.
Alcé el cráneo, me quité las sábanas tejidas por Baal y Mefisto, corrí a tu cielo y caí más profundo de lo que un ser consciente ha llegado, me había traicionado la ilusión de algo que jamás existió en la realidad irreal del tiempo anulado.

Comentarios & Opiniones

Xio

Muy grata lectura Francisco, un placer la visita, saludos cordiales, buenos días.

Critica: 
Artífice de Sueños MARS rh

Todo un sueño. Lo bueno quedar ileso.
Saludo cordial y hasta nueva obra.

Critica: 
Soñadora

Bellísimo y profundo poema.
Grata lectura.
Saludos cordiales

Critica: 

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