Urbano III

Urbano III

La ciudad todavía no respira,
mi mente está en otro lugar,
despierta, calla, escucha…
(no llores en tus sueños,
después vendrá el día
y a vivir de nuevo).
El sonido de los carros,
las monedas a reiterar
la demanda de los mendigos,
las palomas continúan en su
agite, algunas se posan en los
dinteles de las torres,
un rayo de sol recorre las azoteas.
Jardines ocultos,
desde el balcón se oye el
rumor de la calle y
el despertar es casi como una
muerte lenta, además,
más allá de eso,
los recuerdos no se borran.
Desde el balcón
área visual limitada,
una zanja con agua,
la carretera serpentea
entre las verdes colinas.

Palabras Olvidadas

Me despierto entonando un discurso,
que quiere plasmar el color
de las palabras olvidadas y
entregarlas a los labios.
Quizá haya algo en ellas:
La vida incierta,
viejas voces,
grandes tristezas.
Llevo en la boca los sonidos del día,
la luz crece como hiedra y
se oyen los clamores
sin aturdirte demasiado.
Hay lugares a los que llegan
en sueños imposibles,
profundidad debajo de los ríos
en donde los efectos de
ellas se ahogan.
En el bosque se escuchan
como el pisar ramas secas,
es tan tupido que las bocas no
pueden ser ubicadas,
puedo silbar para asustarlas,
de tal modo, que no se oiga más que
el cantar del viento frío
entre los dientes.

Llama que consume la Locura

Un rayo se vino abajo
como llama que
consume la locura,
fuego extraño:
¿Dime, es que el viento se vuelve
queja o que su lloriqueo
trata de decirme que todo puede ser?
Como el mundo es redondo
y aunque el camino está ocupado,
laboriosamente trabajando
cualquier ruta nos lleva.

Inmortalidad

En los confines
de la constelación
la humanidad no tiene peso,
transitan cuerpos que nunca
viajan sin sus esqueletos,
el camino de la vida continua.
¿Es verdad que usted no sabe
que es o lo que quiere?
De piel finísima,
de tierra o arcilla,
respirar de polvo,
simple persona.
Gloria a ti, alrededor de
la columna vertebral,
es hora de gritar y
olvidar lo vivido
para volver a nacer.
¿Cuales son los
fines del hombre?
Atiborrar al mundo
esperando erosionar la historia
y abrir un imposible:
La inmortalidad.

Con el Rastro Mío

El tiempo se disimula
entre las hojas de los árboles,
cansancio inmensurable
de días repetidos.
Nací para
existir en una tormenta
y soy la conclusión,
de manera clara
la vida me da la opción y
la dulzura de morir
en un momento vago.
Pero esta se prolonga
repentinamente bajo
formas suaves de acuerdo
a un extraño pensamiento:
!Ser mi propio dios
para no caer en el vacío!
Oigo los pasos tranquilos
del tiempo, lejos y
a grandes velocidades,
diamantes lineales de luz
de luna en la marcha,
rotación ininterrumpida
de la tierra, pero…
¡Con el rastro mío!

Aves Disueltas entre la Niebla

A pesar de los días de apremio y
las noches en medio del fuego,
pude soltar el botón del ratón
en las cosas humanas:
Absorto en un horizonte,
sin saber lo que estaba buscando,
desperté para aprender a olvidar
el ardor en el estómago.
Estuve sentado en el
borde de la cama
mucho tiempo,
viví días soleados
que no regresaron,
también el cielo
corroído por
ráfagas de viento y
lluvia que se
perseguían con furia.
Ahora detengo mi atención
en la bandada
de aves tiesas y
torpes disueltas
entre la niebla,
avisando que quizás
la noche no alcance al día.

Comentarios & Opiniones

fernandotejada

Gracias amigo poeta por leerme y detenerse. He leído sus poemas de factura impecable. Gracias.

Critica: