Crisantemos

poema de Reencuentro

Cuando vayas a mi entierro
llévame flores
que no sean crisantemos,
ya no me gustan los bordes
desabridos de sus pétalos.
Solamente
llévame rosas,
muchas rosas
con espinas,
muchas espinas,
para que nadie se olvide
de como fue mi vida
por culpa de ella:
una travesía,
una odisea
fue quererla.
Y me dejó cansado,
gastado;
deshecho como la arena.
Y me secó el ánimo
amarla de esa manera.
Cuando vayas a mi entierro
llévame flores,
muchas flores
que no sean crisantemos,
sus pétalos me recuerdan a sus ojos
y ya no quiero verlos...