Acostada

poema de Reencuentro

Hay una mujer desnuda
acostada en mi cama.
Una mujer
tremendamente hermosa;
profundamente dormida.
Terriblemente sola.
Y pensar que era mía
cuando yo la quería,
hasta que dejé de hacerlo
y pasó a ser del viento.
Y pensar que yo era suyo
como es el musgo
de la pared,
hasta que dejó de amarme
y pasé a ser de nadie,
ni siquiera de ella misma.
Entonces ella quedó flotando
como la niebla
y se volvió misteriosa como la biblia
y yo me volví parco
como el gorrión.
Hay una mujer acostada en mi cama
y no sé que hacer por ella.
De quererla
sé que no la quiero,
pero me amargo cuando pienso
en perderla...