SOBRE EL RELATO "LA FALSA MONEDA" DE CHARLES BAUDELAIRE

Mi amigo se Inclinó y tomó la mano
de un viejo que dormía en la vereda,
Para dejarle en ella una moneda
de cuantioso valor. El pobre anciano

la mira con asombro gigantesco.
Y yo que siempre he sido un ser mezquino
al bíblico accionar lo determino
absurdo, inverosímil y grotesco.

No obstante, me confiesa a pocos pasos
(Justificando así su repentina
y extraña prodigalidad) Camina,
que esa moneda es falsa. Será acaso,

Agua para su sed, o el exquisito
manjar que nunca estuvo entre sus dientes.
O bien, será la múltiple vertiente
de adversidades, pleitos y delitos.

Lo que el azar decida. En su poder,
el fraudulento bronce es, asimismo,
la puerta al paraíso o al abismo
la diferencia entre ser y no ser.

Esa moneda hipócrita, impostora,
ya destinada a errar de mano en mano,
me garantiza hoy que el Dios Cristiano,
perdonará mi alma pecadora.