TENEMOS DOS ENEMIGOS

poema de RAIMUNDO

Tenemos dos enemigos:
la muerte y la soledad;
dos enemigos tenidos por toda la humanidad.
La muerte es la traicionera que nos arrastra al lugar
en donde cae el olvido y reina la oscuridad.
La soledad nos persigue,
nos acosa sin cesar
y nos lleva hasta el silencio del sufrir y del llorar.
A las dos las une un algo que nos induce a pensar
que en la soledad hay muerte y en la muerte soledad.
Contra estos dos enemigos
¿Cómo podemos luchar?
¿No existe ningún remedio contra este dúo fatal?
Sí, tenemos dos remedios que hemos olvidado ya;
Hemos perdido la llave de nuestra felicidad.
Vamos andando un camino sin saber que nuestro andar
lleva el sentido contrario del que debería llevar.
Nos dirige el egoísmo por una ruta falaz,
y marchamos dando tumbos sin ir a ningún lugar.
Hay un remedio infalible que vence a la soledad:
se llama el milagro "amor"
y no queremos amar.
Olvidamos neciamente lo que no hubo que olvidar,
en una dulce unidad
y el egoísmo nos hunde en la triste soledad.
Contra la muerte tenemos
a nuestra alma inmortal.
Hoy que hemos perdido el alma
¿Qué podemos esperar?
Tambien el amor y el alma van caminando a la par
y si los buscamos juntos
los tenemos que encontrar,
Pues no hay alma sin amor,
cual no hay luz sin claridad.
Porque el alma engendra amores,
nacen de ella sin cesar,
y el amor agranda el alma,
es su aliento ideal.
Por eso se encuentran juntos,
no se pueden separar,
así soledad y muerte
así muerte y soledad.