Querida… Añorada... O Amada

Querida… Añorada... O Amada
Tal vez estas palabras por más extrañas que suenen
Son las mismas que un día deseo susurrarte
Pero mi temor, que vulnerable a mi corazón vuelve
Tan solo gozoso de verte pasar convierte
Días de monótonos rayo en tardes cobijas
De pequeños haces rojizos similares a delicadas
Mejillas de la musa presente.

Tal vez en este momento pienses ¡menuda estupidez!
Sabes tú tienes toda la razón
Sin embargo ¡Obliga el corazón!
Pide tal cual barquilla a la corriente
Esperanza de ser arrastrado por la misma
Pero al verte tan hermosamente
Una sonrisa forzosamente me la quitas.

Sabes muy pocas veces he tenido la gracia de verte sonreír
Y de las pocas oportunidades que hablado contigo
Entorpecen mis sueños hasta tal punto dibujar disimuladamente
Estas palabras con un simple te quiero.

No se pálida rosa, si ahora angustiada estas
Perdona a este simple humano que preso de tus encantos es
Tan solo agradezco la bella sonrisa que mi recompensa es
Y para despedirme, oso dedicar a usted este frágil verso español:
“Aquí te mando mi corazón
Porque ya no quiere estar conmigo
Le pregunte con quien quería estar
Y me dijo ¡contigo!”