Adiós Crepúsculo

poema de Luz de Luna

En lo suave del sillón sentado
ahora cuando el sol muere
y por mi ventana trémula luz
vistiendo va
el verano de azul;
revestido en su memoria
la montaña guardará
el tesoro del oro,
rememorando la contemplación
de cómo a letras hicimos canción;
y cuando vista de luces
el profundo cielo,
otras luces revivirán
contando nuevas historias
en tardes madrugadas,
cuando la piel se enciende
y arde;
esa piel con piel
de helecho entrelazado
en nuestros brazos;
y luego otra luz!
ha de sorprendernos
con el fuego rojo
de ojos cerrados,
en la distancia,
viendo con amor sin espacios,
que a la vez todo lo abarca.

Luego amor mío no diré adiós
tan solo un hasta luego
porque en nosotros luego
es sinónimo de eterno.

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