Sembrador.

poema de Celeste Alma

Era tan sólo brisa palmar...
Un pestañeo al calce de mis hojas...
Semblanteó un suspiro a mi sonrisa
y yo le abrí los brazos al regazo
del hombre que se adueñó de prisa
al tono crepuscular del amor perseverante .
( tiempo que demora en enamorarse una niña ) .

Hoy sigue paseándose la brisa palmar,
tu pestañeo y suspiro , mas, ya no aguarda...
Enamoraste mis días .
Arribaste al vagón bohemio de mis noches...
Transformaste nostalgia en alegría .

Pero, además de todo
y después de darme todo en demasía
eres Sembrador Supremo ,
corazón glorioso y siempre bueno

Porque, además de todo
y más ... más que todo
sembraste en mí a nuestra Hija.