Acorazados.

poema de Ludovico

Decepcionado por mi maestro me marché del templo.
Aburrido, cansado,
tanto esfuerzo, tanto intentar, tanto perder... tanto tiempo perdido!
Tantas mentiras, tantas promesas vacías, tantas angustias... terminaron por roerme el alma.
Mi corazón se fue acostumbrado a la desdicha y con el tiempo quede inmovilizado.
Ya no hay nada en mí!
Me obligaron a crecer...
Me enseñaron a mentir...
Me quisieron hacer creer..
Creer?
Me vi obligado a enfrentarme cara a cara con la decepción...
Me cansé de las enseñanzas! de las moralejas! de las reflexiones! de los sermones...
Nada ni nadie puede sacarte de tu miseria...
Nada ni nadie puede curar tú dolor...
No hay drogas, mujeres, pasatiempos o distracción alguna para borrar el sufrimiento.
La esperanza ha muerto.
El destino es inevitable.
Nada lo puede detener!
La vida es injusta. El destino es injusto para algunos hombres...
Nacer de vuelta es la única forma de olvidar...
Una vida , tras otra vida, tras otra vida, tras otras vidas .
El ciclo de la reencarnación...
La rueda del destino...
Irónicamente la perfección está en no nacer nunca más...
La vida es una maldición.
La muerte es la recompensa.