El relojero

poema de Srakkin

Tirarte al mar aunque no sepas nadar,
es eso o arrepentirse de no arriesgar…

Paremos ya con la mediocridad
y el miedo a superar, la claridad,
la transparencia que el ego no puede soportar,
el pánico que al actor la mascara ha de quitar
y todos los trapos del cuerpo poder desnudar,
sucesiva las fibras se empiezan a desanudar
y se difumina lo que el ser no quiere aceptar;
es tan amplio el amar, todos sentimos soledad.

De eso se trata imaginar tanto y luego olvidar,
amnesia universal y lo que el silencio viene a silbar,
desencadenando una revolución espiritual
que los adentros van a ejecutar para el plural,
basta de singularidad, coincidencia de partidas.

Somos las figuras danzantes que al morir nuestra alma espira,
la sagrada geometria que mi cuerpo a diario respira
cuando deambulo en el pendulo, alegría e ira,
rimas y poesía, hacer arte lo que el alma grita,
pero no te tires esas lineas, respira, mejor escribirlas
o desnudarlas, con cada tacto visual desgarrarlas
y cada palabra del Olimpo invocarla, abracadabra
patas de cabra.

El malabarista y las clavas con flama
escriben en los aires lo que el alma calla,
basta ya de falsas batallas y resignarse cuando se falla,
al otro semaforo incendio el cielo sin pensar en el monedero,
aquí todos somos obreros, valor al dinero o valor a lo eterno.

Elijo la segunda, pues se lleva en el pellejo,
no ser presa de los ritmos pasajeros
o de la ilusión de que exista algún tiempo,
despierten al relojero, al creador del entero,
el enterrador que desentierra a sus muertos,
el sanador máximo, libertad al Relojero,
el universo que llevamos dentro,
lo que taladra cuando se pudre el cuero.

Escribo lo que veo, veo lo que escribo,
es el cansancio o estoy soñando mientras
reafirmo que tú y yo somos lo mismo,
todos víctimas del doble filo, calor o frío,
Capitalismo o anarquismo,
soñadores eligiendo entre tantos caminos.

Ya con esta me despido, amigos,
ya no culpemos al destino o al que esta frente mío
si detras de sus ojos yo me miro...

Ya dejenme fluir tranquilo,
que este pecho no late frío
a diferencia de los que estan perdidos,
yo no me resfrío si de corazón respiro
y si siento el suelo que esta debajo mío,
entregando honesto los latidos,
amar apesar de haber sufrido,
victimas y culpables son lo mismo
¡Basta ya de egocentrismo!