Renacer es Poder.

La falda del orgullo no me llego a la rodilla, estoy semidesnudo ante la verdad y sé que escucharla me dolerá porque fui hipócrita. Me disfrace de felicidad cuando la tristeza me apunto. Detrás de esta mascara se encuentra un débil cristal camuflado entre las piedras, pero que se rompe con facilidad. Aprendí a sobrevivir en esta selva, llena de serpientes y leones que buscan cazarme para alimentar su ego. El tiempo me hizo cambiar, aquel conejo cobarde, hoy es el renacimiento de la valentía y sabiduría, y sonrió todo el día con alegría sin hipocresía. Las caídas me enseñaron a levantarme de los miedos, como un zombi volviendo de la tumba. Camine con pies de cemento en esta arena movediza que me hunde si estoy nervioso; comprendí que saldría del lodo dando un paso a la vez hasta salir del bache del desierto. Abrace al poema de la Muerte, me adapte y conocí mi inquieta mente; que memoriza sus errores y corrige con paciencia. Amor que bese en el malecón mientras las gaviotas cantaban: fue el amor quien me enseño que nada es para siempre y que tenemos que disfrutar lo poco que ganamos. Me rodee de amigos que me darían la mano en momento de guerra interna, amigos que me abrazaran cuando mis decisiones no sean las correctas ni las mejores; esos amigos que saben tu estado de ánimo con mirarte a los ojos. Aposte mi orgullo contra la vida y hoy reclamo mi recompensa a mano abierta. Le demostré a mi legión que puedo levantarme del olvido y que puedo violarme a la vida un sábado de fiesta y puedo sacar a pasear a la depresión en un domingo familiar. Cobarde ante la derrota, valiente para lograr mi victoria, te presumo mi trayectoria y no mi corta vida.

Titulo: Renacer es Poder.

Autor: Arnold Uriostegui Neri

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