Mi dolor añejo como vino, siendo bebido por el olvido, mi alma encerrada en un circulo vicioso, adicto al miedo. Mi espíritu escapa de mi cuerpo por cansancio, estoy perdiendo el norte de mi brújula y todavía estoy en mar abierto. ¿Qué puedo hacer en un mundo de oscuridad? cuando se extinguió la luz en mi pecho, fue consumida por la cera de esta vela, quisieran tocarme, pero se queman. Mi corazón perdido en el desierto, esta sediento, pero la tristeza no sacia su sed porque tiene la garganta seca.

-Arnold Uriostegui Neri.

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