Opúsculo sobre tontuelos, farabutes y otros sandios. (incluyendo al autor).

poema de Erasmo

Y es que con farabute
no se alega ni discute.

Tampoco con badulaque,
porque es en balde acaso,
y ese es error más que craso
y es al ñudo que se empaque.

Tampoco es bueno andar
renegando con tontuelos,
pues emprenden largos vuelos
para al cielo demandar

Cuídese del tarambana,
su respuesta es siempre vana,
sólo le importan sus fines
como locos berretines.

Párrafo aparte merecen
los poetas charlatanes,
no hacen más que sus desmanes
y sus narices les crecen;
pues fingen ser lo que parecen,
entre versos y ademanes.