Algo se ha quedado aquí, en la estación.

21/04/24

Es difícil olvidar e imposible el dejar de pensar en tu mirar, esos verdosos ojos, que con la luz abren la esperanza. Ganas de volver a vivir, lágrimas, que sin pedirlo, se toman la molestia de explorar el rostro cansado y lleno de tristeza. Sin parar de reproducir en mi mente las caricias y los besos… Esas sensaciones de una noche especial y sincera, cargada de pasión y de efímera nostalgia que deja mi corazón pequeñito y escondido. Arropando en estos momentos de falta, con la guitarra de Baier y mirando a las vías, viendo como el tren marcha, fuera de la estación. Donde dentro se sientan los sueños. (Y) contemplar como la luna se hace gibosa y resplandeciente. Interesante metáfora de cómo me siento…
Es intrigante, un sentir especial; raro y sincero. Entre el verde de tus ojos y el azul del cielo, un pedazo de mí se ha perdido.
Y me he encontrado entre paseos, carcajadas y paradas, para dar de comer a los peces. Es tan extraño e imposible el dejar de sentir el aroma que has dejado. Entre las sábanas, las tablas y el sofá.
Se me cierran los ojos por la falta de ganas de despertar y levantarme.
(Y) por ahora la mirada perdida en las montañas, enfocando las vías. Algo se ha marchado en ese tren, algo se ha quedado aquí en la estación.
Y se me caen las lágrimas que mezclan con tinta, siento el dolor tan fuerte y la rabia que supone el daño que han hecho a un corazón latente y bello.
Que brilla tanto y a veces lo olvida…
Presión en mi pecho, como cuando me abrazas. Sensación de calor, frío, cansancio… Extraño, raro… Pero te siento y pienso.
Y es que…
Algo se ha marchado en ese tren
(Y) algo se ha quedado aquí, en la estación.