Prosa: El tesoro perdido

poema de Admydogg

Amanecida claridad vespertina de cielo nublado..

Nubes terrestres de humedad entre antenas y árboles..

Tiñen el verde grisáceo paisaje suburbano de blanco tenue..

Coros de aves silvestres alegran el neutral ambiente con sus diversas tonadas

Frutos criollos lucen brillantes y tentadores a ser comidos por tímidas y traviesas aves

El paraíso se deja vislumbrar por pocos minutos y nos deja contemplar el tesoro perdido

Delfines plumados nadan estáticos en el aire mientras prueban el nectar de las flores

O pican frutas de dulces de brillantes colores, golosinas naturales para la fauna..

Los minutos pasan y toda la belleza natural se dispersa, entre el surgiendo de otras ruidosas criaturas..

Se ven enormes seres ruidosos de diversos colores que se desplazan torpemente sobre líneas siempre dirigiéndose del punto A al punto B..

Se escucha el chillidos de esmeriles, martillazos, sopletes, y ruidos sincronizados de máquinas neumáticas automáticas..

Las nubes terrestres de humedad se desvanecen estre un terrible sol, y son reemplazadas por el smog de motores de combustión y de fábricas..

Sudorosos seres en ropas de trabajo deambulan en el vientre de seres metálicos más grandes y a veces escapan, y a veces suben voluntariamente..

El día transcurre atorrante y terriblemente soleado sin piedad alguna.. aún se puede ver uno que otro animal silvestre que en silencio reposa bajo las hojas de la rama en que anida..

Animales cuadrupedos merodean los callejones y evitan tropezar con letales seres metálicos que parecen sentir odio por ellos..

Finalmente comienza a bajar el sol y lentamente la temperatura baja con la esperanza de que podamos ver el paraíso unos pocos minutos otra vez en el día de mañana..

¡Porque siempre soñamos con que habrá un mañana!

Comentarios & Opiniones

Artífice de Sueños MARS

Interesantes letras alertando de una pérdida del paraíso natural por la intrusión del hombre-máquina. Hay temor sí, pero...
Ya, lo que sigue para otra publicación.
Saludo cordial.
Y hasta sihuiente obra.

Critica: 

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