Ajena

Ajena

Ajena al sentimiento nacionalista que te enseñan desde chico con esa suerte programada de intentar entonar una canción denominado himno nacional cuyas letras cargan significados que ya a estas alturas no significa casi nada para nadie.

Ajena al culto politeísta porque me confunden tantos dioses que me ignoran.
Creo yo que es natural y menos complicado tratar de conocer a uno pero con total apertura a las discusiones y a los interrogantes.

Ajena a mis circunstancias, como lo decía el gran “Rubén Darío” voy sin rumbo y ando a tientas.

Busco ponerle algunas luces a las imágenes borrosas que se pasean en mi mente.

Trato de sobreponerme a la incertidumbre que camina a viva voz por las calles.

Me escapo de las realidades, es que soy así un habitante viviendo en un mundo paralelo.

Yo prefiero en vez de las noticias un poema de Neruda o Cortázar por el bien de mi salud mental.

Y brindo por las contrariedades , sonrió ante mi adversidad de saber que muchas cosas por ahora no me son posibles
Como tu amor por el cual ni siquiera me arriesgo.

Y yo que hago; mientras pasan constantes primaveras por mi cuerpo.
Y veo miles de fotos de vidas dibujadas proyectando como verbo "soy feliz".

Ahorramos alegrías y propagamos la tristeza como si fuera obligación, como si estuviéramos desalineados al no sentirnos miserables como la otra parte de la humanidad.

Y estoy aquí, un 11 de setiembre convenciéndome de que todo estará bien.
Utilizando como escudo la rutina, perdiéndome entre lo conocido como si me escondiera así del mundo.

Y voy evaluando las ruinas de mi propia vida, analizándome como si yo fuese un sicoanalista y como si esta voz fuera la única verdad.

Y sigo buscándote dentro de otras posibilidades. Si habrá días, habrá sueños, habrá oxigeno en mi, mientras yo pueda contemplar el sol cada mañana.
Entonces como desde siempre yo aquí te esperare al caer la tarde tan cerca del cielo azul junto a la estrella mas brillante.
Igual gracias por estar.