EL HILO ROJO

Las personas maravillosas no tienen tiempo ni espacio.
Algunas jamás sentirán el aroma de nuestra piel.
Ni nunca envolveremos con nuestros brazos.
He conocido personas maravillosas...
De ésas, que llenan el alma de colores inigualables.
Aún recordándolas,
se nublan los ojos en nostalgia y agradecimiento.
Te hablo a ti...
Te habla mi alma,
aunque sé sobradamente, que nunca leerás mis palabras.
El tren de la vida ya pasó nuestra estación.
No era para dos, ese destino.
Pero te sé feliz y eso es reconfortante.
No es amor carnal.
Nunca lo fue ni pudo ser.
Este lindo sentimiento puro,
es lo que hace caer estas lágrimas tibias
que ahora ruedan por mis mejillas
mojando tu recuerdo y mi añoranza.
Hoy aparecieron algunos momentos vividos contigo.
Uno de esos toques mágicos que siempre lograbas en mi alma.
Sensibilizando profundamente lo que soy.
Cómo quisiera que el hada mágica de los cuentos,
por un segundo tocara tus dedos
y te trajese a este lugar!
Sé que sin nombre ni imagen,
tú sabrías que aquí estoy yo.
Te hablarán al corazón cada una de mis palabras.
No fuimos más que un roce de cariño en letras,
en imágenes, en tantas cosas no tangibles!
La tecnología nos puso frente a frente.
Conscientes sabedores de que cada está en el lugar correcto de esta vida.
Queda una promesa de encontrarnos en alguna otra.
Mi alma te va a amar siempre...
Amar tu bondad innata.
Tu generosidad plena e inmedible.
Tu sencillez clara y tu fuerza para defender a los tuyos.
Un caballero medieval vestido de hombre luchador y firme.
El hombre con la humanidad más grande que he conocido.
Te llevaré en el recuerdo por siempre.
Te amo de la forma que sólo tú lo sabes que puedo y debo,
porque tu alma nunca dejará de saberlo y sentirlo.
Así como la mía jamás podrá negar que no existes más.
Lejos, sin una sola palabra que nos una jamás,
aún así sabemos que el hilo rojo
permanecerá intacto más allá del último suspiro.

12 de julio de 2021