Reyna de otoño

poema de George Villen

En la noche tenue del preludio otoñal
la luna triste solloza sin consuelo
Se cobija en su manto celestial
la reyna sin azul caballero.

El dulce silencio del firmamento
la adormila en un lecho eterno
desde lo alto de su castillo estrellado
contempla el final del intenso verano.

Luz de luna alumbra la hermosa arboleda
el viento susurra secretos pasados
deshoja recuerdos grises del alma
de nuestro arbol del destino olvidado.

Hojarascas de ilusiones perdidas
se arremolinan en las noches sombrias
Suben a lo mas alto del cielo
Llevandose sueños y fantasias

Sentado al pie del sauce lloron
yace el dulce caballero azulado
Pensando en la noche en que él y la luna
se enamoraron.