El espejo

Tus ojos, mis ojos
El espacio infinito de la luz que termina en blanco.
Brillo, ensoñación infinita.
En el espacio que se habita,
te encuentro frágil y cansado.
Solo, solos,
no somos más que idea muerta,
envuelta entre las voces que nos callan,
moriremos en este eco que pega en nuestra piel.

Raíces vivas se adjuntan en las venas,
rayos amarillos pegando en el concreto,
entramos en el siguiente espejo,
conectados en la infinita tierra la memoria no acabara en esta cama.

Los días se cuelan entre los sueños,
habrá de avanzar el tiempo,
hasta que la siguiente vez que atravesemos nuestro reflejo.