PAGANDO DEUDAS ESPIRITUALES.

En el panteón tengo unas deudas
que Dios me ampare.
Todos murieron de males del corazón.
Perdón yo les pido sinceramente,
no di a ninguno una palabra ni un gesto,
ni mis tobillos yo les mostré.

Como ofender a el joyero que un diamante
me regaló y de sus viajes a Don Tela
que de Egipto me dio lino fino para las sabanas.
Yo fui correcta lo agradecí y con un beso
en la mejilla a cada tío le demostré

Mi amistoso capitán que trabajaba en alta
mar, sacaba perlas de aguas saladas y muchos
collares me obsequió.
Dice mi padre que he pecado y para purgar,
todos envueltos los bellos presentes a los pobres
los regalo.
¿Cual es mi culpa sí a los tíos sus esposas,
con un buen palo molieron cada corazón

Victoria Liberona Alvear.