LA AMÉ TODA.

LA AME TODA.

La amé toda en mi desvarío,
bebiendo ávido sus ansias;

Me quemó sin quemar su Estío,
en la ofrenda de su alma
y sus innatas fragancias.

La amé tierna y bella,
cómo se ama un deseo
y también me amó ella,
con el ímpetu de su cuerpo.

Consumí sus besos,
y también su aliento,
sus perfiles eran fuegos,
de enternecido averno.

Nos amamos grato,
entre deseo y anhelo
y más que deseo fue anhelo,
porque no amamos tanto.

Y la seguiré amando:
pues amándola soy Beato;

Y la seguiré suspirando,
porque es amor verdadero,
no fútil pasión de un rato.

Autor: Víctor A. Arana
(VICTOR SANTA ROSA)
Noviembre 19 del 2013.

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