Sin corazón mejor nada

No niego el sentido de los poemas
Más estos, que deben tener belleza o indecencia
Fantasías que emergen de nuestra humanidad sensible
Esta humanidad, que en la indecencia puede ver belleza
Que en la belleza puede ver indecencia
Y estas palabras juntas, no cuajan, se llenan de grumos
Que, quien las une, sin belleza y sin indecencia,
destrozan la pluma poética
Porque allá fuera,
nunca el morbo tiene buenas palabras
Ni la vanidad buenas maneras
El modo, divino, porque es de letras destinadas
Geniales, por que fluyen desde un manantial de musas
No sé quien es la inspiración, si alma del poeta o el alma del lector
Solo sé que las musas mienten y Dios no escribe
Si se tiene que ser original, porque somos nuevos en esta vida
Ya seremos viejos después de vivirla.

Amarse siempre ha sido igual, fiel o traidor
Siempre ha sido igual, con el alma o solo con los miembros
Y no es una historia repetida, es igual para todos los nuevos
Descubrir la montaña, no hace la montaña
Permanece la montaña,
algo cambiada,
nueva y antigua,
para los que los que se van y los que llegan
No hay nada nuevo bajo el sol,
los mismos salmos ya lo sabían
Saltan las neuronas vivas por las proteínas
Y sobre esta química incontrolable,
la sensación que vive y respira
Y que el lenguaje diga lo que quiera o lo que pueda, pura fantasía
Inspiración o cálculos lingüísticos,
la honra y la nobleza,
nunca por nombrarlas,
se vean o se sientan.

Deben ser humildes las letras,
las piedras sin nada que decir,
hacen las montañas verdaderas
Deben ser reales las palabras,
que sin llamas, sin cielo, sin hielo,
hubiera una mano, un corazón y un verso
Deben ser mágicas y nunca fantasiosas,
porque el amor es mágico y la vanidad, fantasiosa en nuestra cabezas
Debe ser la escritura segunda a la vida,
sobre esta no nace un niño,
después habrá rondas y cuentos, de reinas y princesas
Nunca sabré qué es la inspiración, menos,
si del poeta o de quien la diga
Menos sabría, si la estructura es la belleza,
que la belleza por belleza, solo esta allá afuera
Solo sé del corazón,
el corazón lleno, vacío, vaciándose o llenándose
Que además, no le gusta congelarse en las letras
Por eso,
sin corazón, mejor nada.