Milagros

¿Qué siente el sentenciado a muerte?
¿Cómo es cada minuto o cada momento?
¿Cómo se encara el pasado?, ¿sin sentido?
¿Existe algún alivio?
Un alivio que solo para él es pagar por sus delitos
Que horror sería acusar inocencia
Quizá mucho más doloroso fue el sentenciado Judío
A la cámara de gases solo por ser lo que es
Sin pecado, sin delito, sin motivo
O será qué así todos vivimos esta íntima sentencia
La muerte
Nos aferramos a milagros que no llegan
Que por esa tonta esperanza creemos que no los vemos
Que los milagros siempre están ahí
Milagros desafiando las leyes naturales
Que estos llegan e inclusive cuando no los vemos
Que en la muerte de los inocentes siempre hubo milagros
Y es cuestión de tiempo preguntarse sobre la existencia
Aburrirse con la normalidad y lo obvio
Porque nada es normal ni nada es obvio
Es gigante lo que puede contemplar la conciencia
Y quizá, por esa inmensidad que no se puede dimensionar
En ese inconmensurable infinito de posibilidades, un milagro es enano
Un milagro es como una partícula
Tantas como granos de arena existen en la tierra
Tan pequeñas y quizá no visibles a la grandeza del Todo
Pero , para nosotros que aún somos más pequeños
Un milagro es un Dios
Es suficiente para nosotros
Con esto basta para dar sentido al Bien
Para seguirlo y enfrentar el mundo con dignidad
Aunque Dios no sea lo que en pequeño nosotros bosquejemos de Él
No importa si de este milagro nuestras hijas sean felices
Que a ellas llegue el despertar de los pequeños milagros
Ese sueño que cambia la vida y se mantenga vivo en la humanidad
De esta forma el Bien no sucumbe
Sobrevive al mundo natural, a veces, agresivo y cruel
Nadie puede dar fe a los milagros
Quizá por que no se ven.