Lo que está fuera del texto

poema de Alguien más

Nada hay fuera del texto.
Es una encerrona.
Si por puntos de vista, a veces,
destruir es lo mismo que construir.
Se construyen escombros, basura,
y en lo metafísico, desdichas.
¿Quién escribiría a la alegría cuando está alegre?
Cuando se haya perdido el momento,
cuando nuevamente este triste.

A veces quisiera cerrar los ojos y tener 10 años nuevamente.
Entender mi futuro.
Saber que lo que viene es lo que será.
Que mi madre me repita 20 veces “por la señal de la santa cruz”.
Le pediría que me abrace, es que ya sé cuándo no estará.
Que no es necesario despedirse, cada día ella está en mis momentos.
Que no fue ni una santa madre ni una madre bendita.
Solo mi madre cocinando y ordenando como una hormiga.

¿Qué nada hay fuera del texto?
No lo dudo, de nada dudo.
Que fuimos construyendo nuestro destino.
Al mismo tiempo que se iba destruyendo.
Y cada vez que cierro los ojos vuelvo a tener 10 años.
Esos 10 años donde todo está completo.
Dios en su cielo y el diablo en el campo.
Mi padre el hombre bueno y mis amigos la razón de la existencia.

De vez en cuando, el mundo se hacía inmenso viajando al centro.
Pero siempre volvíamos como exiliados contentos de volver a su patria.
Al mismo patio, al mismo juego, a la misma vereda,
en el mismo lugar donde mi madre aún vive.
¡Que nada está fuera del texto!
Ya no dudo, de nada dudo,
solo deseo tener 10 años nuevamente.

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