Capilla Todos Los Santos

En un lado de la capilla
Olor a flores del 8 de diciembre
El fútbol lo más hermoso
Y la tarde a las siete
Peinado y con camisa limpia
La capilla abre las puertas a todos
Escuchar el coro de las niñas
Quiero tocar la guitarra
El yeso de la virgen blanca y celeste
Y ese agotado Jesús tan triste
Tristes son los salvadores del mundo
Me alegraba el olor a las flores
Más de 10 años no se tenía
Las cosas, distinto a ahora, no se juzgaban
Dios es Dios
Y la virgen, Inmaculada concepción
Han dicho una gran mentira
Sobre ella,
la inocente fe nació perfecta
Los años han dicho lo real y vacío
De ahí, desprendí lo bueno y lo malo
Más, en esa tonta madurez imaginaria:
Que gigante se ha vuelto el mundo
Que inmenso se ha hecho el Universo
Que sobrenatural la existencia
Más allá de todo entendimiento,
la realidad se hizo pequeña
Más allá de toda evidencia,
objetivo y racional son incompletas
Más allá, surge un misterio tenue y poderoso
Como la gravedad
Todo lo sujeta y nada lo aplasta
Es evidente, no puedo volver a la capilla
No habrá para mí un mes de María
Pero, ya aprendido, no siempre puede mentir el mentiroso
No puede negar ni el oxigeno, ni el palpito del corazón
No vuelvo a esa capilla ni a ese diciembre de flores
Porque no lo merezco
Porque no vi la verdad,
aunque fuese dicha por faltos de fe
Ya no puede un viejo dejar el fútbol por ver a María
Tendría, primero,
que volver a jugar con esa maravillosa pelota
Quizá,
quizá pueda volver de otra manera
Los filósofos no han muerto