En la clandestinidad

En en refugio de la clandestinidad,
secretamente,
en el rincón oscuro de mi cuarto,
camuflajeado en el anonimato de los clics,
te observo.

En la clandestinidad,
recorro mi trayecto cotidiano hasta a tí,
suelo hacerlo, con descarada frecuencia,
voy saltando de tecla en tecla,
de mayúsculas a minúsculas,
hasta encontrarme en el peregrinar,
diario de tus huellas.

En la clandestinidad,
disfraz invisible de mis anhelos,
trinchera lúgubre de mi orgullo,
Donde mi corazón emprende una escalada furtiva,
hacia tu morada virtual.

Mis dedos repiten de memoria,
cual habíl pianista,
el concierto de teclas,
que me llevaran hacia ti,
tan cerca como 10 clics de distancia,
y tan lejos como 10,000 kilometros.

En la clandestinidad,
y no sin antes suspirar hondo,
me amparo de nuevo en el caparazón,
del anonimato,
te leo, te reelo, te veo y te vuelvo a ver,
todo en la clandestinidad.
No quiero que nadie lo sepa,
ni yo mismo.

En la clandestinidad,
y auxiliado por mis complices electronicos,
bajo el disfraz invisible de mi ausencia,
he decidido amarte,
y desde ahí, nada va a pasar.

En la clandestinidad,
limpio mis rastros, borro mis huellas,
cuelgo la mascara,
y lentamente,
sin que tu, ni nadie lo advierta,
te digo adiós por hoy,
con una ultima mirada,
con un ultimo suspiro.