Brisca
poema de Vicente Cornejo
Después de un partido de brisca,
llegó el beso de las buenas noches,
llegó el desvelo,
llegaron los tragos de nostalgia.
Después de conversar unas horas,
llegó el pensamiento de caminar,
se quedó el deseo de vagar,
arrivó el sentimiento de salir.
Después de caminar saliendo,
llegó el deseo de volver,
vino un presentimiento de inseguridad,
se quedó el amor por la casa.
Después de volver a la mesa,
vino el insomnio,
vino la madrugada...
¿Otra partida de brisca?






Comentarios & Opiniones
Interesante motivo y un gran desvelo sin duda. Otra partida de brisca, valioso pretexto para ese tiempo insomne.
Cordial saludo y hasta nueva publicación.