Ahora frente al mar
ninguna ola, ni caracola
nos cantará los versos.

Ya ningún sol nos verá
al morir ninguna tarde.
Se me han ajado entre mis dedos
las mil caricias para tu talle.

Con risas no nos mojaremos,
ni juntos correremos,
ni nunca más nos lloverá...

Y ya no nos reiremos
cuando se te levante
la falda el viento...
justo al doblar hacia tu calle.

Mejor es, que con unos besos,
perdonemos los errores
y demos adiós a tanto noes.