A veces un duro paso

He llegado al borde del mar
de las mujeres y los hombres,
desde ésta mi fría soledad
de un niño que ha crecido.

¿Cómo será el asustado amanecer
en que me encuentre a brazas
en esta charca oscura zambullido?

Aguas que no sirven para beber
ni para calmar mi sed de niño.

Donde veo mis juguetes rotos
contra las olas encrespadas,
que me dicen que es mi sitio.

Ya no vendrán para ayudarme
ningún geyperman si se lo pido,
ni ningún barquito de papel
navegará en este mar embravecido.

Pero dicen que eso es ser mayor
y que hay que apechugarla bien,
que para eso soy ya muy talladito.