Espinas
poema de Eusebio García-Gasco
Nunca he podido odiar un amor
aunque me fuera él traicionado.
Cómo odiar a lo que te dio calor
aunque a palos me fuera apagado.
Solo poner atención en su ardor
y una primavera se me ha formado
aunque vea que la más linda flor
tiene espinas crueles en el tallo.
Vengan a mi ruidosos o callados.
Comentarios & Opiniones
Muchísimas gracias, desesperanza de amor. Un cordial saludo