Corazones grabados

El otro día, por la Gran Vía,
me encontré una manifestación
de corazones grabados y olvidados.

Con curiosidad los fui mirando,
cuando uno, casi sin voz, me preguntó
si le podía decir donde estaba ubicado
el misterioso Ministerio del Olvido.

Llevamos más de dos días buscándolo
y es como si hubiera desaparecido.
Le dije sin más que lo habían desubicado
y fue a informar a los corazones perdidos.

Miré, pero no pude ver entre el bullicio
a los que nosotros dejamos grabados
en árboles de las huertas del quejido.

Hoy fui a preguntar al hortelano,
me dijo que los hizo leña para el fuego
y añadió que aun los recuerda asombrado
porque le dieron un calor tremendo.