RIO

voraz es el remo
pero aun más una onda en un rio

un chapoteo, el respirar del pez

el temblar del junco

el vaivén, y la marea,

el sonido que fluye

y se sostiene en la ribera.

El roce del viento

la caída del pájaro

la orilla plagada de un cisne

y una mariposa

juncos maltratados

hechos a mano,

tornillos habituales

de la memoria.

Una nube vacía

aspira a más que a ennegrecerse

y bajar a la orilla

vigilante, ajena

al remo y a su hombre

cansado que flota

en una plataforma abierta,

cernida a su tobillo

cuidador de su fortuna

hombre que espera

en un esfuerzo

le haga más libre y merecedor,

tornee sus músculos y avive sus certezas.

el rio se esparze como semillas al viento

se abre como una puerta,

se seca como una matriz

como una mujer sorda

deja de escuchar ritmos, vaivenes

y solo quisiera devorar veredas

tender las aguas, avivar el lodo

regresar con sus álamos,zarzas,

higueras silvestres