POEMA XVIII

poema de T.J. Lovi

Debo confesarte la premisa de mi vida
en frases que las recuerdes por siempre.
Fue un día como hoy, en medio del anochecer
de una ciudad, donde ambos coincidimos.
Como si el Destino nos hubiera conspirado,
en ese momento nuestras miradas
se fusionaron dentro del halo del amor.
¡Mi perfecta mujer enamorada!
Tu aroma, tu silueta, tu sonrisa, tu fina
mano; en fin, hechizaste
eternamente a estos mis ojos con tus encantos.
Dueña de mis noches, usurpadora
de mis días, amante de todos mis deseos.
¿Sin tu presencia cómo yo andaría?
Déjame escribirte el último sueño que tuve.
Eras tú quien se aferraba a mis brazos,
en un intento de impregnar tu calor al mío.
Se reproducía "El Trino Del Diablo",
bailar esa pieza contigo fue lo más bello.
Sentí que me abrazaste
mientras el violín nos transportaba por las nubes
con esa melodía majestuosa.