La hija pródiga

Quisiera decir que,
revelar la intimidad
no es cosa fácil

que cuando una se pone
al descubierto
es como
estar
desnuda
ante millones y millones
de personas

que lamento mucho
si no he dado un beso,
un saludo,
un abrazo

a mis amigues
los he dejado de lado
he estado encerrada
en la cueva de saturno,
metamorfozeando ideas
que me vienen zumbando en la cabeza
hace un tiempo

dejando que todos los males
se vayan,
se depuren
y me dejen en paz

que vuelvan al pasado
a donde pertenecen
no a este presente,

donde una mujer

ya los detiene.

Cuando me dicen mujer,
es fuerte,
pero me gusta,
me entretiene.

Estuve convertida en mujer mucho tiempo,
me basurearon,
algunos me criticaron,
otres me preguntaron,
pero la mayoría
solo se quedaron
con el celular en la mano

falta la acción,
falta andar en bicicleta.

pero, mejor, yo no le voy a alegar a la gente
que
no sabe hacer
las cosas de otras maneras,

todos a sus modos,
yo con el mío también

intento ser comprensiva,
para que
el corazón no se me rompa
por enegésima vez,
que ya no me importa
si la gente me desiluciona,
que ya no me importa si no hay vocación en un pasado,
que ya no me importa si hay amores no correspondidos
o mal pagados,
peor aún,
mal tratados

que ya no me importa nada,
porque sé que en otro lugar,
allí,
donde fui y donde encontré mi casa,
hay gente de mi misma especie
con quienes conversar y empatizar

con quienes sonreír y tomarte un mate
y mirarse a la cara
y entonces todo cambia

Un día domingo cambia,
un día de facultad cambia

que extraño Córdoba capital
y la has dejado tirada,
como a la rebelde de todas tus hijas,
la has dejado por "insana"

Cuando fue ella,
quien te curo de todos los males,
no seas tan ingrata.

Ve por ella,
dale un abrazo
y dile
que todavía
la amas.